Una vida de derroches y lujos. El delincuente vivía en un mundo viciado por la venta de drogas. Vestía selectos trajes de marca Armani, zapatos de alto valor y le gustaba apostar en el casino. Es en ese sector donde realizaba transacciones y donde fue detenido cuando se prestaba a entregar más de medio kilo de clorhidrato de cocaína.
Miércoles 27 de mayo de 2015 | 10:03
Una vida de derroches y lujos. El delincuente vivía en un mundo viciado por la venta de drogas. Vestía selectos trajes de marca Armani, zapatos de alto valor y le gustaba apostar en el casino. Es en ese sector donde realizaba transacciones y donde fue detenido cuando se prestaba a entregar más de medio kilo de clorhidrato de cocaína.
En su departamento tenía más de 60 millones de pesos en droga dentro de una caja fuerte, junto a más de dos millones en efectivo producto de las ventas que le entregaban un alto estatus.