Sin chacales, sin engaños. Solo girar los números en el tablero y para poder ganar. Josefina recibió la llamada que era para su hijo Nicolás y no pudo contener la emoción cuando escuchó a Carolina de Moras y a Ignacio Gutiérrez anunciándole que había ganado.
Estaba tan entusiasmada por llevarse un premio que ni siquiera le entregó el teléfono a su hijo que había mandado el código en la tapita del yogurt al 2226, ni dijo desde donde llamaba, solo quería participar sin saber que por solo recibir el llamado ya tenía un millón de pesos en su bolsillo.
Los conductores le preguntaron por el primer número que debía elegir y no contestaba de "puro nervio", hasta que se decidió por el 8, y el millón apareció. Luego vino el 24 y se ganó en total 2 millones gracias a la participación de su hijo. ¡Felicidades a Josefina y su hijo!
