Por Marcelo Barrientos
El empate sin goles de la Selección Chilena ante Colombia por la fecha 2° de las Clasificatorias dejó varias conclusiones. La falta de gol, el manoseado recambio y el quedarse atrás con respecto a nuestros competidores directos.
Si bien hay varios aspectos negativos, hay otros que generan algo más de ilusión. Entre ellos está la aparición de dos jugadores que no se achicaron y que pueden aportar muchísimo a La Roja.
Matías Catalán y Rodrigo Echeverría. No son los más jóvenes, 31 y 28 años, respectivamente, ni los más indispensables, pero ayudaron en un momento complejo y eso hay que valorarlo.
El nacido en Mar del Plata llegó en absoluto silenco al equipo nacional. Jugó poco y nada en San Lorenzó, pasó por el ascenso de Argentina, dio el salto a México y se consagró en Talleres de Córdoba.
Es ese ritmo del fútbol trasandino el que le otorgó una oportunidad en un país que solamente conocía por charlas con su familia chilena. Su fuerza y potencia marcan una diferencia con nuestra liga. Además, la mentalidad de ignorar los pergaminos del rival le valieron anular a Luis Díaz, aquel delantero por el que el Liverpool pagó más de 60 millones de euros.
Por el otro lado está el "Eche", aquel central que se dio la vuelta larga, con paso por Iberia incluido, que encontró su puesto en el mediocampo y su lugar en el mundo en Everton. Se destacó en los Ruleteros y ya juega en Huracán, lo que le ha permitido agarrar otra intensidad.
Su consagración pudo haber sido definitiva con el fatídico remate al palo en el primer tiempo ante los cafeteros, pero el destino seguramente le dará otra chance. De eso sabe mucho.
No nos va a alcanzar, pero nos van a ayudar
¿Nos va a alcanzar con Catalán y Echeverría para soñar con la clasificación? Claramente no. Pero ambos dieron muestra de que hay jugadores para armar un equipo combativo, difícil y, sobre todo, con hambre.
En el caso del volante, hasta hace dos meses destacaba en nuestro particular Campeonato Nacional, por lo que dará pensar si hay alguno que se podría sumar y aportar. Hoy, todo nos sirve y ya se demostró que con los de acá también se puede.
Lo que está claro es que ese ánimo no basta. Los puntos obtienen ganando los partidos y los partidos se ganan con goles, algo que por ahora escasea y que será tarea de Berizzo encontrarlo en menos de un mes, porque Perú y Venezuela están igual de necesitados que nosotros.
