Rafa Araneda y el inspector Vallejo salieron a comprar el desayuno cuando hacía 1 grado de temperatura en la fría mañana de Santiago y salieron del canal para llegar a una panadería cercana para llevar de todo, porque el inspector invitaba.
El pedido era grande para Carola, Felipe, Rodrigo y todo el equipo de La Mañana. Berlines, muffins, queques, brazos de reina harto para un "desayuno de campeones".
Estaba todo bien, todos contentos hasta que llegó el momento de pagar. El inspector Vallejo asumió el pago invitando con todo, sin embargo se le quedó la billetera en su casa de Valparaíso. Un momento incómodo, por el que fue criticado y tuvo que pedir fiado.
Pero al final el Rafa asumió el pago, sin antes preguntarle a la dueña de la panadería de las antiguas andanzas del inspector, vecino del sector en sus tiempos de juventud.
