En sus papeles se ha desempeñado como galán, cantante, hombre lobo, vedetto, carabinero y villano. Y mientras en cada una de sus teleseries lo hemos visto desarrollar distintas facetas, a través de sus redes sociales hemos podido conocer al hombre tras el actor.
Ignacio se considera un eterno afortunado de la vida y asegura tener una personalidad que busca siempre resguardar su privacidad. Eso sí, disfruta con agrado de la libertad de publicar fotos donde luce su trabajada anatomía.
Ha sido el bueno, el malo, el dramático y el gracioso, así de versátil ha sido su carrera en televisión.
Artista desde niño, aún su madre conserva enmarcados algunos de sus dibujos. En su adolescencia jamás imaginó aparecer en televisión y ser famoso. Una conversación con su abuelita “Lola” lo marcó de por vida. Él le comentó que se consideraba un chico tímido, a lo que ella respondió que estaba equivocado, que no lo era y que llegaría muy lejos. Estas palabras reforzaron su autoestima y le dieron un completo aire nuevo.
Se considera un hombre afortunado y su carrera así lo demuestra. Aún se encontraba estudiando actuación en el DUOC cuando se enteró de un casting en Canal 13. Asistió al llamado, pero siempre creyendo que postulaba a algún papel como extra. Luego de varias pruebas, le confirman lo que no creía posible, se quedó con el cupo, pero para ser uno de los protagonistas. Fue así que tomó una decisión clave, congeló su carrera y grabó su primera teleserie, “Corazón Rebelde” (Canal 13) en 2009, junto a Denise Rosenthal y Augusto Schuster, y no se detuvo más.
Amante de la naturaleza, los viajes y celoso de su privacidad, confiesa no tener grandes conocimientos en la cocina, aunque dice que al vivir solo se maneja con lo básico, prefiriendo siempre la comida sana.
Con toda su energía, Ignacio Garmendia llega a “El Discípulo del Chef” a aprender nuevas habilidades en la cocina para avanzar en esta reñida competencia.
