Durante el altercado, el hombre golpeó al joven con puños y patadas en distintas partes del cuerpo. Cuando la víctima intentó refugiarse en su habitación en el segundo piso, el agresor lo persiguió, tomó un disco de pesa de hierro fundido de 2,6 kilos y lo golpeó más de diez veces en la cabeza.
Como evidencia, el fiscal presentó los informes médicos de urgencia, que revelaron que la víctima sufrió policontusiones, un traumatismo encéfalo-craneano cerrado de carácter moderado y una desviación del tabique nasal hacia la izquierda.
Ante la gravedad del ataque, la Fiscalía formalizó a J.P.T.C. por el delito de parricidio frustrado y solicitó su prisión preventiva, argumentando que su libertad representa un riesgo tanto para la sociedad como para la víctima. El tribunal acogió la solicitud y fijó un plazo de 90 días para la investigación.