El 4 de octubre del 2014 una niña de 7 años perdió la vida en Machalí luego que su progenitora Silvia Andrade Cabezas acompañada de otras dos personas intentara recuperar su salud a través de un extraño ritual religioso.
La idea de la mujer era sacar el demonio del cuerpo de la menor y lo que hicieron fue aplicarle agua con una ducha teléfono con mucha potencia en el rostro de la niña. El cálculo de la PDI fue de 11 litros por minutos por lo que la muerte se produjo por inmersión. Víctor Escobar, padre de la niña en un comienzo fue sindicado como autor del crimen pero con el paso de la investigación se dio a conocer que él llegó al lugar de los hechos cuando la niña ya había perdido la vida.
