Tenían una parcela niños jugando en los jardines y patios del lugar, pero adentro se ocultaba un verdadero laboratorio de la droga.
Lunes 26 de enero de 2015 | 09:32
Bien es sabido que los delincuentes y especialmente los narcotraficantes toman distintos modelos a seguir en lo que a este "negocio" se refiere. Pues bien el caso que le mostraremos no se encuentra ajeno a esta realidad.
Esto ya que una peligrosa banda dedicada al negocio de la droga tenía su centro de operaciones en las afueras de Santiago, donde habían arrendado una casa y se dedicaban a "cocinar" drogas para posteriormente ser vendida.