Los delincuentes sexuales, como violadores o pedófilos, también reciben castigos durante su estadía en San Pedro. Algunos son golpeados y otros desaparecen misteriosamente, lo cierto es que la pileta que existe dentro del recinto de día es un lugar de juegos para los niños y de noche esconde la cara de la violencia que se usa contra este tipo de malhechores.

Los trabajos más denigrantes dentro de la cárcel boliviana es para los delincuentes que han cometido abusos sexuales, ya que son tratado como la peor escoria que existe y a la menor provocación sus mismos compañeros son los encargados del linchamiento.